La progresión del lipedema es variable, ni aparece en el mismo momento, ni todas las afectadas evolucionan de la misma forma ni al mismo estadio, y tampoco se responde siempre igual al mismo tratamiento. No se puede saber de antemano como se va a evolucionar pero lo mejor siempre es tener información de las opciones disponibles para poder elegir la forma de tratamiento que más nos convence.
Los objetivos principales del tratamiento deben ser:
- Minimizar el dolor
- Detener o incluso revertir la evolución
- Prevenir el linfedema secundario
- Mantener y/o mejorar la movilidad
Dentro de los tratamientos podemos diferenciar los conservadores, como las medias de compresión, Drenaje Linfático Manual (DLM) y la Terapia Descongestiva; y el quirurgico que consiste en una liposucción con técnicas específicas para el lipedema.
Aunque no son tratamientos, hay diversas medidas y actividades que contribuyen a la mejora del estado físico y de los síntomas del lipedema.